3 técnicas para trabajar la fascia con suavidad
balonterapia, yoga y dolor de espalda…
Olvidadas durante mucho tiempo por los anatomistas, las fascias están pasando a un primer plano para aliviar muchos dolores crónicos o la falta de movilidad física, y ahora se consideran un sistema de tejido conjuntivo por derecho propio. Pero, ¿qué es? Descubra en este artículo 3 técnicas para trabajar en sus fascias. Los llamaremos ejercicios de masaje de fasciaterapia:
Contenido
Tejido conjuntivo de todo el cuerpo
Si come carne, probablemente haya visto esa piel blanquecina alrededor del pollo, por ejemplo. ¡Esto es una fascia! Y así es como conocemos las fascias, como la membrana de células que recubre los órganos. De hecho, la fascia, también llamada tejido conjuntivo, es el conjunto de tejidos que envuelve la mayoría de las estructuras del cuerpo: músculos, nervios, huesos, vasos sanguíneos.
Tejido conectivo que separa y conecta a la vez:
Pero si las fascias se separan, conectan todas estas estructuras tisulares al mismo tiempo. A nivel muscular, por ejemplo, cada fibra está envuelta por una fascia.
Las fascias “recorren” el músculo como una tela de araña y se juntan al final para formar los tendones que unen el músculo al hueso.
¿Te he perdido? Bien, imaginemos una naranja: cada trozo de pulpa está envuelto, cada gajo de naranja también está rodeado por su membrana y todos los gajos están envueltos en la piel principal.
La densidad cambiante de las fascias
La fascia cambia de densidad, función y nombre según las estructuras tisulares, órganos y articulaciones que recubre. La estructura que conecta el hueso con el tendón, denominada periostio, también es una forma de fascia, al igual que los ligamentos que unen los huesos entre sí. De hecho, todos los elementos son fascia. Eso es lo que está en juego para los anatomistas.
Una red de fibras de gel densamente inervada que forma nuestro esqueleto blando.
De hecho, las fascias son una especie de red de fibras de colágeno y agua que mantienen todo en su sitio, pero también permiten que los distintos componentes y elementos del cuerpo se deslicen suavemente unos contra otros.
¿Por qué cuidar la fascia es tan importante como hacer ejercicio?
Cuanto más fluidos y sanos estén estos tejidos conjuntivos, más fácil será el movimiento. Por el contrario, cuanto más rígidas son, más probabilidades hay de que aparezcan desequilibrios y tensiones: Los problemas articulares, de movilidad y musculares (lumbago, tendinitis, rigidez…) pueden tener su origen, al menos en parte, en estas fascias.. Pero también los problemas digestivos, el envejecimiento, los trastornos del sueño, el estrés… Tienen un gran papel que desempeñar en su salud.
Yin Yoga y terapia con pelotas
El público en general oye hablar cada vez más de estos tejidos conjuntivos, especialmente los deportistas, y este renovado interés general es oportuno, ya que ahora existen múltiples formas de cuidarlos: ya sea mediante el trabajo osteopático o practicando anatomía por cuenta propia. Por fin una solución para tomarse en serio el dolor del paciente.
La idea es rehidratar su tejido conjuntivo. Y suelo decir a mis alumnos en clase “si te tiro un vaso de agua a la cara, ¿te lo habrás bebido? No basta con beber agua, aquí hay que utilizar la imagen de una esponja que hay que escurrir para que vuelva a absorber líquido. Así pues, presionaremos y estiraremos estas fascias para obtener el “efecto rebote”: es el momento en que nuestros tejidos conjuntivos se rehidratan.
Para cuidarte el pelo, acude de vez en cuando a la peluquería y lávate y péinate a diario. Lo mismo ocurre con tu tejido conjuntivo: fasciaterapeutas, osteópatas y Rolfers con sus diversas terapias manuales proporcionan cuidados específicos, y a diario puedes mimar tu fascia con Yin Yoga, rodillo de espuma o Terapia de Bolas.
A diferencia del yoga “yang”, más activo y centrado en el trabajo muscular, el yin yoga se centra en el tejido conjuntivo. De ahí la necesidad de permanecer más tiempo (a menudo varios minutos) en cada postura, para dar tiempo a que los tendones, articulaciones, ligamentos y fascias, menos irrigados que los músculos, sientan el estiramiento de su envoltura.
Personalmente, en mis clases combino el Yin Yoga con la Terapia de Pelotas, que consiste en colocar pelotas en lugares estratégicos para obtener una liberación miofascial. Lo que más me gusta de estas clases es que trato de empoderar a mis alumnos, les muestro lo que pueden hacer por sí mismos en casa.
Descubra nuestro archivo especial Enfoque Funcional en Yin Yoga.
Descubra a continuación 3 ejercicios de fasciaterapia explicados por Carine.
1- Liberación Mio-Fascial (MFR) del arco del pie:
- Con una pelota especial, o una pelota de tenis, se aplican puntos de presión en el arco y luego se masajea.
- Puede que no sea agradable, oigo a mis alumnos hablar de “dolor suave”, pero intentamos aguantar al menos 1 minuto.
- Te invito a que hagas una prueba, y lo hagas solo con un pie y luego te inclines hacia delante para sentir la diferencia en el cuerpo con el lado masajeado y el otro lado, sorprenderá a muchos.
- Si me he explicado correctamente, habrás comprendido que, como todo está relacionado, puedes obtener una mejora de la flexibilidad de las piernas o de la espalda relajando el arco del pie.
2- Estiramientos del arco del Yin
- Enganchas los dedos de los pies en la alfombra y te sientas sobre los talones.
- Si es demasiado intenso, el peso del cuerpo se lleva hacia delante, pero si quieres intensificar el estiramiento, debes ir un poco más atrás.
- Esta postura puede ser muy dolorosa para muchas personas.
- Si es así, no lo intentes y, si es necesario, coloca una manta doblada bajo los pies para amortiguarlos un poco.
Un consejo: practicando esta postura durante varios días seguidos conseguirás progresos rápidos e impresionantes, cada vez tendrás menos dolor.
3- RMF ARTICULACIÓN OCCIPITAL :
- Coloque la bola en el hueco del cuello, en la unión cuello/cráneo,
- a continuación, coloque la bola en un bloque
- y recuéstate sobre él.
- Con la cabeza, haz pequeños sonidos de “no” y “sí”.
- Al cabo de un minuto, se retiran el balón y el bloque.
El efecto rebote es muy potente en este caso, uno de los favoritos de mis alumnos.
Este ejercicio sustituirá fácilmente al trabajo osteopático ocasional y, además, le hará autónomo en la gestión de su salud.
En conclusión, el descubrimiento de la fasciaterapia es extraordinario cuando se es un paciente acostumbrado a acudir regularmente a la osteopatía, sobre todo porque no todas las mutuas reembolsan este tipo de tratamiento, o sólo un poco. Si padeces dolores crónicos o molestias recurrentes, incorporar estos ejercicios a tu práctica deportiva o de yoga puede mejorar tu vida y mejorar tu salud. También es muy agradable ser el propio paciente: cambia todo el enfoque de la atención que uno tiene hacia sí mismo. También te conviertes en tu propio osteópata y puedes darte masajes siempre que lo necesites. El trabajo regular o incluso diario de los elementos tisulares: sus articulaciones, sus órganos y sus células mejorará considerablemente su movilidad. Descubre este apasionante libro de anatomía . (Véase también nuestros libros de Yoga ).
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