Una vida más sana gracias al yoga
Consejo de Camille
Yoga: el camino hacia una vida más sana
Llevar una vida más sana a través del yoga: ¿es posible? Por cierto, ¿practicar yoga es realmente un modo de vida saludable? La respuesta a esta pregunta puede convertirse rápidamente en polémica. De hecho, la práctica del yoga es muy buena tanto para el cuerpo como para la mente. Este es el camino hacia la liberación, hacia una vida llena de propiedad.
Pero no basta con practicar asanas. Es necesario hacer una verdadera elección de vida, tanto en sus ideales como en su ritmo de vida y en su modo de consumo.
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Serenidad psicológica y autoconocimiento
Según Patanjali varios pilares (cf. el 8 pilares de Patanjali ) se basan más o menos directamente en la serenidad psicológica y el autoconocimiento.
La práctica del yoga consiste en reconectar con uno mismo, cultivando la armonía del cuerpo y la mente. El yoga consiste en conocerse a uno mismo, ser consciente del propio cuerpo, de la respiración, etc.
En la sociedad en que vivimos, podemos encontrarnos con varios factores de estrés: el apretado final de mes, la impresión de que no tenemos tiempo, las obligaciones familiares, los proyectos personales, las inversiones o incluso los atascos que nos harán llegar tarde. Todos estos acontecimientos pueden superar rápidamente a cualquier otro acontecimiento positivo que estemos viviendo y pueden dañar nuestra salud mental, incluso poniéndonos en riesgo de depresión con el paso del tiempo.
En Por ello, el yoga ayuda a reducir el estrés, a centrar la atención en la respiración o en el movimiento al practicar asanas, por ejemplo. Esta disciplina también te permite volver a centrarte en tu propio bienestar y en el de los demás. Ayudará a regular las emociones, ya sean positivas, negativas o más o menos intensas. Se trata de dar un paso atrás y echar una nueva mirada.
El yoga que practicamos en nuestra esterilla nos ayuda a encontrar un verdadero equilibrio en nuestra vida diaria para nuestra salud. Esta es la diferencia con las clases de gimnasia, que si sólo buscas perder grasa del vientre, adelgazar o ganar músculo serán los ejercicios físicos adecuados, pero no compensarán los beneficios del yoga para la salud mental.
Equilibrio hasta la punta de los pies
El yoga no consiste sólo en hacer posturas. Como se ha comentado en el párrafo anterior, según Patanjali, existen “8 pilares” del yoga: Yama, Niyama, Asana, Pranayama, Pratyahara, Dharana, Dhyana y Samadhi.
La actividad física, la realización de posturas, también se denomina Asana. En realidad, las asanas (posturas) son sólo el tercer pilar de esta disciplina.
Acabamos de ver que esta práctica aporta estabilidad, serenidad psicológica y, por tanto, mejor salud. Y va mucho más allá. Durante una clase, primero tomas conciencia de tu cuerpo y de tu respiración. Luego, al realizar las posturas, tomamos conciencia del interés de cada uno de nuestros miembros. Es el caso, por ejemplo, de los dedos de los pies y de las manos, que se utilizan en todas las prácticas y están presentes para mantener la estabilidad.
Sentirte bien en tu cuerpo es conocerlo, saber hasta dónde puede llevarte. Significa comprenderlo y aceptarlo. Es cuidarla y vivir con ella. Se trata de encontrar un equilibrio, en tu cabeza y en tus zapatos.
El deseo de ir cada vez más lejos
Progresos en la práctica
El yoga es una disciplina adictiva. Los efectos en nuestra mente o nuestro cuerpo nos hacen querer ir más allá. Durante las prácticas, intentaremos superar nuestros límites porque enseguida nos damos cuenta de que cada movimiento está ahí para hacernos bien. La mayoría de las posturas tienen un nivel intermedio que nos permite aprender correctamente sin hacernos daño, pero también ver nuestros progresos. Y este panel de progresión es genial: un nivel en varias escalas en posturas, flexibilidad, equilibrio, etc.
Dieta de yoga
Practicar yoga es una verdadera elección de vida, por eso pronto nos damos cuenta de que esta práctica, tan beneficiosa para nuestro cuerpo y nuestra salud, no es suficiente. Uno puede sentir la necesidad de continuidad en este proceso de liberación: tenderá a interesarse por su dieta, por ejemplo.
Somos lo que comemos. Nuestro cuerpo y la energía que produce son un reflejo de ello. Ni que decir tiene que optaremos por separarnos de los alimentos que nuestro organismo tiene dificultades para digerir. Si queremos llegar más lejos en cada una de las prácticas, es importante tener mucha energía: si nuestro cuerpo ya está sacando toda esta energía de la digestión, las prácticas sólo servirán de menos.
Por ello es importante llevar un estilo de vida saludable, una hidratación suficiente y una dieta sana, para practicar en las mejores condiciones.
Meditación
El yoga y la meditación están íntimamente ligados. La práctica del hatha yoga, una combinación de posturas y respiración, podría clasificarse como un tipo de meditación.
Hablo de una meditación, guiada o no, que consistirá en observar las propias emociones, dejarlas escapar sin darles importancia. Una clase de yoga suele comenzar con un momento de tranquilidad. Un momento de volver a centrarse en uno mismo, de respirar. Lo mismo ocurre después del curso.
La meditación es, en definitiva, un complemento de la práctica del yoga, ya que tiene sus propios beneficios durante la sesión: permite centrarse en el momento presente y mejora la capacidad de concentración.
¿Cuántas horas, cuántos cuartos de hora te permites cada día? Probablemente demasiado poco. Entre sus 8 horas de trabajo, el tiempo que pasa en el coche, el que dedica a recoger a los niños del colegio, a cocinar, a hacer la compra semanal, pero también a relacionarse con sus seres queridos, ¿cuándo encuentra tiempo para sí mismo?
Una sesión a primera hora de la mañana, cuando todo el mundo está todavía en la cama, es el momento perfecto para despertar suavemente el cuerpo y la mente. Unos minutos, diez, veinte o incluso treinta, de ejercicio físico para prepararte a afrontar, o mejor dicho, a disfrutar de un nuevo día.
Un momento o sólo tú importas. Y no estamos hablando de egoísmo, sino de egocentrismo. Porque sentirse bien con uno mismo es una forma de reponer energías y enviar vibraciones positivas a los que te rodean. Sentirse bien como persona individual es sentirse bien también en compañía de los demás.
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